viernes, 23 de enero de 2009

Una situación... en la distancia



Ella, en la distancia:
Vestida para la ocasión y a punto de salir, sin saber cuándo te llegará este mensaje y sin saber cómo andarás por ese mundo ajeno al que te has mudado, vestida y tú sin tu traje de galante, el que tanto me gusta, he pensado ¡ojalá! estuviera allí, en el sitio al que voy, te reconocería al instante, estoy segura, y te retaría a algo absurdo, bromeando y mirándote a los ojos, buscando el deseo y el temblor que nos tenemos.
Estuve enfadada contigo, ya sabes que en el fondo no soy más que una niña caprichosa que se encoleriza si no la miman, ¡ah! no haberme acostumbrado, no soporto que me trates en plural o que no me elijas cada día cada rato, no sé por qué o no quiero decir por qué, que en el fondo es la misma cosa, ahora te estoy echando de menos y quiero que lo sepas, quiero que te mudes al lugar al que yo voy y que me mires y que me desees, y el mundo si quiere que se pare o que se rompa, ya buscaríamos una solución sin afrentas. Eso es más o menos todo y no es poco, y si llega mayo con o sin flores no importa, porque no voy a llevarte al lugar donde las cosas duelen, importa que me elijas y que te elija, al menos de momento.
Me voy, ausente, recuérdame con la luna, esa que me regalaste... con los balcones abiertos.
Yo, en la ausencia:
No se como puedo vivir sin ti. Sin oír tu voz, sin ver tus ojos verdes. No se como puedo vivir sin oler tu aroma, sin sentir el contacto de tu piel, sin sentir la vibración de tu cuerpo, sin rozarte, sin sentir tu sabor. No se como los días tienen sentido sin tenerte cerca, sin existir tú a mí lado.
El mundo ha vuelto y vuelve a valer la pena. No estas, como antes, pero te siento cerca.
El lunes, es uno de esos días apacibles y calmos, con un azul difuminado de nubes transparentes, como un velo, protector de tanta belleza. El cielo anoche estaba lleno de estrellas y me traía el recuerdo de ti e imaginaciones hermosas, todo era perfecto, y te escribí una carta llena de sentimiento y realidad, si te pareció cursi es que a veces me sobrepasa la sensibilidad, volví a perderme en ti, como otras tantas veces.
A veces haces que el mundo se pare y que ande tan solo el sueño, tengo tanto miedo a no encontrarte, ahora que te he perdido...¡aunque todo es relativo! el corazón llama "al arrebatamiento" la razón se nubla y delira. Yo, que me creía salvado de la confusión de este mundo, ahora soy pura contradicción.
El amor es así, duele, mata y te hace volver a sentir que estas vivo y te descoloca. Yo quiero sentirme, pero no quiero vivir arrebatado, quiero ser ese niño que vive latente, dispuesto a descolocarte lo que tanto te ha costado ordenar.
¿Quiero perderme en ti para así encontrarme? No, tengo miedo, me he quemado en muchos fuegos y he muerto otras veces.
Lo supe el primer día que me desafiaste, quise sentirme así y por eso, no tengo derecho a tenerte miedo. Te quiero, pero ayúdame a quererte con este dulce contacto.
Ahora recuerdo que un día me escribiste esta frase para decirte algo: "Denys Hatton, me había dado una brújula "para seguir el rumbo" dijo, pero mas tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizás él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino." de Memorias de África.
No puedo dejar de quererte, nunca me olvidare de ti, aunque me vaya con mi cometa a probar otros vientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario