lunes, 23 de febrero de 2009

Una mujer y un hombre... ciberneticos


Hay una bonita historia de esas que se van entrelazando... por ese poder cautivador y la necesidad de las personas.
Por un lado un hombre que aunque emprendedor, sensible y apasionado es un tanto solitario. Pero muy travieso, amante de la aventura, lleno de ilusión y deseoso de vivir otras ocasiones llenas de fantasía.
Por casualidad o porque el destino así lo trajo una mujer voluntariosa y perseverante, llena de ideales y sueños por cumplir… esta viendo como su vida esta en el medio de muchas otras cosas encontrándose en este momento sola y ve como la llega una necesidad de cambio en su vida... con el tiempo ha ido viendo, se ha ido dado cuenta, de las inmensas ganas que tiene de ser feliz, rompiendo con un pasado asignado y aceptado porque las tradiciones así lo presuponía.
Un día, por esas casualidades del encuentro y esos fortuitos designios, se encontraron en el ciberespacio, el sol iluminaba aquel atardecer mágico y lleno de luz la casualidad lo quiso así y una oportunidad de acertarse se produjo. Ella se sintió atraída por su capacidad de exposición, su animación, su franqueza y todo esa convicción que el emitía.
El sintió por ella un primero interés por su fácil volatilidad su deseo de impulsarse y refrescarse de algo que se intuía detrás de lo que simulaba. Viendo en ella una gran sinceridad, trato de atraerla y poco a poco la atrajo con su persuasión y poder de cortejo ¿acaso no es un poder, un don… que se nos ha dado para llegar cuidadosamente a las cosas o personas que nos interesa? ella se dejo atraer con su mejor simpatía y mayor voluntad de estar a la altura… lo cual nunca le paso desapercibido.Así comenzó esta hermosa historia de amistad, de atracción y de cortejo. Pasaron los días, se buscaban... con intención pero con algo de reserva para no despertar resquemores y suspicacias. Pero siempre en cada encuentro procuraban descubrir sus emociones tratando de dar lo mejor para comprenderse y descubrirse como eran ambos.
El, cada noche desplegaba su mayor desparpajo y descaro para cortejarla, con esa deseada elegancia que una mujer siempre desea y espera y que todo se conciliaba para ello.
Yo creo que ella, lo esperaba con esperanza, sabía que llegaría a su coincidencia y encuentro, mostrando apasionamiento y entusiasmos renovados, cada día, como cada noche, recuperando y componiendo frases hermosas llenas de sentimientos delicados e incondicionales... escucharon canciones llenas de insinuación amorosa y empezó fluir un sentimiento sincero y sobre todo legítimo.
No nos podemos ver, conocemos nuestro rostros, pero no nos vemos ni podemos observar nuestros cuerpos, ni podemos mirarnos a los ojos y sentir ese temblor del deseo de tocarnos, aunque solo sea una leve intención de coger la mano y sentir el flujo de la sangre calida que alivia y relaja.
Hay palabras que tratan de proclamar y conciliar los sentimientos, las voluntades eso bastaba para apreciar que sus vidas tenían una misma disposición y un nuevo afecto… pero a veces las palabras no son suficiente y se necesitaban gestos llenos de apasionada seducción.
Ellos empezaron a atraerse, de la forma más tierna y dulce.
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su cierta ingenuidad, con su ternura, con su instinto primitivo.
El siguió el camino de la conquista... la alentaba para vivir las cosas desde la proximidad y cercanía de los sentimientos, la invitaba a ser sincera con sus deseos sensibles, para hacerla un poco más independiente de la rutina diaria y sentir aquellas precoces solicitudes que había olvidado de su época de juventud.
Pienso que ella empezó a amarlo... sin saber muy bien hasta que punto y alguna vez sintió algo especial, quizás que el era el hombre de su vida, que lo quería cerca, para continuar esa historia que la hacía nueva y distinta, como lo había sido en su adolescencia.
El, sentía que ella era una mujer llena de fuerza e ilusión por autodescubrirse, que deseaba compartir un mundo lleno de afectividad y progresivo conocimiento de emociones, fuera de los enredos, las confusiones y mediocridad rampante.
Ellos quizás alguna vez se daran cuenta que se necesitaban, que eran el uno para el otro, que se estaban enamorando, poco a poco y que se llegaran a desear, que han llegando como un viento nuevo a sus vidas… para tener momentos llenos de deleite, entusiasmo y alegría.
Seguro que han de pasar muchas cosas hasta estar juntos y entregarse en sus brazos apasionadamente, pero se quieren intensamente, se necesitan y se tratan con un respeto inmenso, los sueños incentivan sus días inquietos y llenos de sorpresas.
¿Te gusta esta historia que ellos han conquistado a la casualidad y a la oportunidad? en una historia... que bien pudiera ser nuestra, es una historia que he imaginado llena de sentimiento y confianzas ganadas al desafío que siempre hay entre una mujer y un hombre.
¿Qué vas ha hacer…? ¿Tú lo sabes? Yo no… pero hemos ganado ya mucho al tiempo que nos hemos ido conociendo... para mi ya ha valido la pena. Pero como soy optimista por naturaleza y confio en ti, se que escribiremos otras muchas de estas historias.

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