lunes, 19 de enero de 2009

Una ventana


Una ventana nos deja ver el exterior y ser vistos. Una ventana nos comunica con la naturaleza y sus meteoros atmosféricos que pueden ser aéreos, como los vientos; acuosos, como la lluvia o la nieve; luminosos, como el arco iris o las estrellas o la luna; el parhelio o la paraselene, y eléctricos, como el rayo y el fuego de Santelmo.
Así, los sentidos, son las ventanas que nos permiten percibir la realidad propia y la que nos rodea. La razón se alimentada por los sentidos y me hace reflexionar sobre lo que veo, lo que huelo, lo que degusto y lo que toco o palpo; dándome una percepción de las cosas que me producen emociones y las emociones se manifiestan a su vez a través de ellos.
También a través de las ventanas y los sentidos satisfacemos la natural curiosidad humana y desarrollamos la capacidad del intelecto humano para indagar, cuestionarnos la naturaleza de las cosas que hacemos y vemos que hacen los demás para tener las experiencias que enriquecen y nos ayudan a hacernos personas.
Cuando no tenemos la satisfacción deseada, tambien nos podemos frustrar y sentirnos desgraciados por que no encontramos lo que esperabamos.

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