miércoles, 21 de enero de 2009

Una fantasia... cibernetica



Si, en mi fantasía… te lleno de ternura y abro cada puerta que ligeramente dejas entornada inundando tus manos de posibilidades. Tu deseo, de suspiros ahogados y el ánimo, aturdido.
Si, se que piensas en locuras, en aquelarres en que las musas te roban la cintura llena de familiarizadas mariposas.
Mis pasos medidos y delicados van al asalto de tu corazón… y siento como me golpea el pecho con cada palabra que para ti invento. Me gusta verme cruzar el umbral de tu alcoba, casi sin atreverme, entre la duda, el deseo de descubrirte y la curiosidad de mirarte. Entregada a tu sueño, a tu acomodada sensibilidad, a la fantasía que te agranda y abraza.
Llego despacio hacia ti, intento retirar tu ropa y en esta oscuridad... con las manos voy palpando tu cama para buscarte… con toda mi timidez y con toda la suavidad de un ladrón sagaz y pegarme a tu cintura recorriendo tus caderas y deslizándome por tus nalgas.
Si te despertaras… te preguntaría ¿te sorprendes? ¿Estás nerviosa? te diría: Yo sí... y seguro que entre el calor y el frío que notarías también te darías cuenta que me tiemblan las piernas, las manos y que dudaría.
Nos abrazamos, respiro el olor de tu cuerpo templado y acogedor. Te acaricio el pecho y va deshaciendo el nudo que siento entre las piernas. Acabamos por desnudarnos completamente tímido aún… pero acabaríamos por entregarnos a las caricias definitivamente, a los besos, a las exploraciones, apoyándonos contra nuestros cuerpos insaciables... gozándonos, implicándonos con la imparable sensación de dejarnos arrastrar por el temblor y la pasión que nos tenemos por nuestro sexo… ya dispuestos para el placer y el ímpetu insaciable de la pasión. Mientras, nuestras manos para expresarse recorren cada palmo de piel y pliegues… sin recelo.
Mis labios sedientos buscan los tuyos acariciándolos al principio y luego socavándolos, nos conocemos en el juego de los intercambios de saliva y excitaciones desenfrenadamente.
Me pondré encima de ti para deslizarme sobre todo tu cuerpo y recorrerte llenándote de sensaciones que te estremecen y robarán…cierras los ojos y esperarás que acabe el mejor de todos los caminos hasta tus nalgas y al final tu sexo, ya caliente, húmedo y disponible para la celebración.
La resbaladiza humedad, el escalofrío que rápidamente se vuelve calor. El olor de tu coño, tus dedos dibujando círculos sobre el pelo de mi cogote, los míos amasando tu monte de Venus, tu vientre y tus caderas.
Tu sexo inevitablemente cada vez más húmedo, más ardiente, más solicito. Mis labios y mi lengua hablando el mejor de los idiomas sobre tus entresijos esperando un desenlace maldito y glorioso a la vez… los jadeos, los suspiros, los ánimos se suceden… empezando a enloquecerte. Me exhortas, me impulsas… luego una sensación repentina de agonía enaltecida, como un estallido, tu clítoris a tomado la máxima dimensión en mis labios, hasta que perdiste la orientación y no supe dónde estabas... dejándote llevar por las expresiones más inconexas. Quedan muchas noches por delante... tendido a tu lado, te miraré… mi sexo, ansioso, espera tus caricias.
Me gustaría hacértelo con suavidad, buscando nuestro ritmo, meciéndonos juntos sobre los cuerpos, dándonos totalmente y firmemente, sin importar la postura y los juegos propios... ya esta amaneciendo y empezará a colorearse el cielo. Espero que recuerdes el día que fui completamente tuyo...

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